sábado, 29 de diciembre de 2018

EL FIN DE LA MINERÍA DEL CARBÓN Y DE LA PRODUCCIÓN ENERGÉTICA CON ESTE MINERAL. 2019.

El 1 de enero de 2019 las 26 explotaciones de Asturias, Aragón y Castilla y León que quedaban en España –de las que ya solo 12 estaban en producción– cierran o tendrán que devolver los más de 500 millones de euros que han recibido de ayudas públicas. A ese cierre se comprometió el Gobierno con la Comisión Europea a principios de esta década, cuando Bruselas concedió la prórroga final a una actividad económica deficitaria que lleva más de 30 años de ocaso en España.

Minas de carbón que quedan en España a 1 de enero de 2019 y producción de carbón en miles de toneladas (en número).



Cifras.
  • En noviembre ya solo quedaban 2.046 trabajadores adscritos al régimen especial de la minería del carbón, frente a los 51.420 que había en 1985.
Trabajadores de la minería del carbón entre 1982 y 2018 en España.



  •  El 86% del carbón que se quema en España para producir electricidad se importa ya de otros países como Colombia o Rusia.
Origen del carbón quemado en las centrales térmicas españolas en 2018. Millones de toneladas.




  • Bruselas aceptó en 2010 –tras las presiones de España y Alemania– que las minas deficitarias siguieran recibiendo ayudas públicas. Pero la condición principal de este pacto –que afectaba principalmente a España, Alemania y Rumania– era que los yacimientos tenían que cerrar el 31 de diciembre de 2018 como máximo. Si, llegada esa fecha, las explotaciones querían seguir operando, tendrían que poder hacerlo sin soporte público y devolver todas las ayudas recibidas. En el caso de España, al margen de las prejubilaciones y bajas de los mineros, el plan de cierre acordado con Bruselas ha supuesto que las 26 minas afectadas –propiedad de 15 empresas– hayan recibido desde 2011 ayudas directas para el cierre por valor de 504 millones de euros.
Empleo perdido previsto en el sector del carbón entre minas y centrales térmicas en Europa desde 2011 a 2030.


  • Solo dos compañías mineras han mostrado interés ante el ministerio por seguir operando. Hijos de Baldomero García –empresa de El Bierzo (León), que cuenta con unos 25 empleados– y Samca –compañía turolense que tiene unos 150 trabajadores–. Al margen de estas dos privadas, la sociedad pública Hunosa (que tiene un millar de mineros aún en Asturias) sostiene que seguirá operando un pequeño pozo que no ha recibido ayudas públicas. El problema lo tienen las dos empresas privadas. Por un lado, deben presentar un plan para devolución de las ayudas que han recibido para el cierre desde 2011. Hijos de Baldomero García debe reembolsar 8,35 millones de euros y Samca, 8,5 millones, según fuentes del Gobierno. Al margen de si son capaces o no de devolver esos fondos, el principal escollo ahora sería a quién le venderán el carbón en un futuro inmediato. Hunosa prevé que lo que extraigan se queme directamente en una pequeña planta que posee. Pero en el caso de las dos minas de León y Teruel, las dos grandes centrales térmicas que tienen más cerca está previso que cierren en el próximo año y medio, según la solicitud que ha presentado su propietaria, Endesa.

Últimos turnos de los mineros del carbón en España. En Castilla y León se encuentra la mina de 'La Escondida' que empleaba a 70 trabajadores y produce 7000 toneladas de carbón al mes. 
Con el cierre este 28 de diciembre de la mina , la última que quedaba abierta en el valle de Laciana, la minería del carbón en León ha pasado a la historia. Pronto lo hará también en España, cuando cierren las cuatro minas que quedan, todas con fecha de caducidad ya próxima.


  • “En algunas comarcas, como El Bierzo, el impacto será grave”, reconocen fuentes del Gobierno. Y no tanto por el cierre de las minas, que ya cuenta con un plan de clausura con otros 250 millones de fondos públicos para los próximos años, sino por el fin de las térmicas. El Ejecutivo calcula que, entre empleos directos e indirectos con las nueve centrales se perderán 3.000 empleos en unas zonas azotadas ya por la despoblación.

La generación eléctrica con carbón.

La generación de electricidad con este combustible –el principal uso que se le da ahora al mineral–  supone el el 14% del total. Está actividad  está también en el punto de mira de las políticas medioambientales por ser altamente contaminante, ya que se calcula que produce el 15% de todos los gases de efecto invernadero de la economía española. 

Central térmica de carbón de Soto de Ribera, en Entrepuentes (Asturias).


Las normas europeas van encaminadas a hacer desaparecer las centrales de carbón. Desde hace años funciona un mercado de emisiones que ahora obliga a las plantas a pagar más de 20 euros por cada tonelada de CO2 que expulsan a la atmósfera. La previsión es que ese precio siga aumentando. Además, Bruselas pone cada vez más trabas a los Estados a la hora de dar subsidios encubiertos a las plantas.

Trabajadores que dependen del carbón en Europa en 2018: centrales térmicas y minería.


Todo esto hace que las centrales de carbón sean cada vez menos atractivas. De hecho, las eléctricas han emprendido una carrera en España por deshacerse de unas plantas viejas que necesitan de costosas obras si quieren seguir operando. La fecha límite hasta la que podrán operar las centrales térmicas sin haber acometido las costosas obras para reducir los contaminantes que expulsan —dióxido de azufre, óxidos de nitrógeno y partículas- es el 1 de julio de 2020. De las 15 centrales que queman carbón que hay ahora en España nueve cerrarán en el próximo año y medio. Al menos, es lo que quieren sus propietarias. Iberdrola y Endesa ya han presentado al Gobierno la petición para clausurar cuatro de sus plantas. Naturgy –antigua Gas Natural– presentará en breve la misma petición para otras tres de sus centrales. Y sin plantas térmicas el futuro de la minería, que ya estaba trazado desde principios de esta década, es aún más negro.

Centrales térmicas en España en 2019. En rojo las que piensan cerrar antes de mediados de 2020  y en azul las que continuarán. El número son los millones de toneladas de CO2 equivalente emitidas en 2017. Fuente: Carbunión y Comisión Europea. EL PAÍS



Entrada reelaborada con artículos publicados por EL PAÍS de 29/12/2018 y 3/12/2018

Una mirada atrás. Los antecedentes del sector del carbón hasta 2010.



Opinión.

Termina así una historia de siglo y medio que es imposible resumir, pues es mucho más que la historia de un mineral y su producción. Es también la historia de una cultura, de una manera de vivir, de millares y millares de pequeñas historias cotidianas, de millones de vidas rotas o felices, pero vidas todas ellas manchadas y alimentadas por el carbón. En su relato hay pasajes épicos, de grandeza y de miseria, de revoluciones y guerras civiles, de momentos de esplendor y de declive. La historia de la minería del carbón es la historia en negro de este país en el último siglo y medio, un siglo y medio que ha visto de todo y en el que los españoles hemos pasado de la Edad Media a la industrialización. Por el camino quedan relatos de todo tipo, desde el de los campesinos que mudaron su oficio ancestral por el de mineros al de los que comenzaron a picar carbón antes de la mayoría edad, desde los que consumieron su vida bajando al pozo día tras día hasta su vejez a los que con 35 años estaban ya retirados a causa de la silicosis, esa enfermedad terrible que convierte los pulmones en piedra y hace morir a quien la sufre asfixiado. Hubo españoles y extranjeros, nativos de las comarcas mineras y personas llegadas de otras culturas y religiones, gente anónima y popular, cobardes y héroes, como en cualquier otra profesión.
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